Las resacas son entes complejos de entender y de vivir, todos
las conocemos las vivimos pero nunca nos arrepentimos de lo que las antecedió. Hay
resacas de alcohol, de tabaco, morales y un largo etc. Pero existen
unas muy complicadas de manejar, las resacas musicales las
cuales aparecen justo después de un apoteósico concierto, todas comienzan de la
misma manera: Minutos después de terminado el concierto la
desorientación
inicia, seguida de la pregunta ¿Que escuche hasta llegar a mi casa? Después,
pasan días sin que nada de lo que se escucha te satisfaga, pasados unos días
comienza la nostalgia del concierto, para finalmente después de unos días –en ocasiones
hasta un mes- iniciar con los gajes de la vida y la escucha de música diaria.
Bueno querido lector justo eso me acaba de pasar...
Así que espero que comprenda que apenas puedo comenzar a
relatar lo vivido hace unos días en las entrañas del de la Ciudad donde, un
grupo de culto, nos deleito con uno de los conciertos más emotivos de lo que va
en el año ¿Su nombre? La Camerata
Rupestre comandada por Armando Rosas, el maestro
de los detalles.
Este genial grupo nos demostró que los años pueden pasar pero
exclusivamente para volvernos mejores; evolución me parece que le llaman.
Les cuento a manera de crónica, reseña, chisme, presunción
(por estar allí) lo que pasó.
La expectativa era demasiada entre quienes se dieron cita para
ver a este grupo de culto. Fue muy interesante ver al publico reunido para este
concierto, podemos generalizar que esté se partía en dos grandes sub-grupos, el
primero lo formaban quienes añoraban la presencia del grupo, pues los habían
visto con anterioridad y el segundo lo formamos, aquellos que como yo jamás los
vimos pero supimos la importancia de verlos.
Sin duda estos dos grandes sueños se cumplieron.
El arranque del concierto estuvo a cargo de Markos Cadena a
quien ya se le notan las tablas, un buen arranque para este gran evento.
Con respecto al concierto, para mí estuvo
partido en tres secciones, la primera fue tocar el disco Tocata fuga y
La segunda sección fue Armando
Rosas en su estado más puro, guitarra en mano y cantando
canciones emblemáticas de su repertorio personal, ya que, a la entrada del
concierto se escuchaba al honorable preguntar si acaso no tocaría Habrá tiempo
o Como siempre. Esto provoco una satisfacción enorme para todos.
El enlace se realizo con la siguiente sorpresa de la noche fue
la entrada del maestro Alain
Derbez, uno de los jazzistas más respetados del país,
quien le dio un toque muy especial a una de las canciones más emblemáticas de Rosas para dar
paso a la siguiente sección.
La tercera sección inicio con el llamado de uno de los
mejores
guitarristas de blues del país, Emiliano
Juárez con quien Rosas, creo un
proyecto que se reseño en este espacio (véase.
DOS GENIOS EN EL TEJEDOR https://porlasentranasnegras.blogspot.com/2018/10/dos-genios-en-el-tejedor-armando-rosas.html) dicho
proyecto, es blusear canciones del maestro de los detalles, para
quien no había escuchado estas versiones fue una gran experiencia, porque escuchar
a estos dos genios, es algo de verdad fuera de serie, por si
esto fuera poco, la unión de Jorge García
Ledesma en este trió blusero, provoco un éxtasis sonoro.
Así es como después de poco mas de 90 minutos de grandeza, de escuchar
a una constelación de músicos, de sentir cada nota en el corazón, en el alma,
en el pecho o en todo aquel lugar donde usted querido lector sienta la música,
fue necesario dar por terminada una sesión extraordinaria, etérea, sublime pues,
para que me entienda. Querido lector, es
muy triste para mí decirle que se perdió de uno de los mejores conciertos de lo
que va del siglo XXI, pero bueno, así fue.
Les mando un fuerte abrazo y una gran disculpa por la tardanza
pero a veces escribir aquello que nos cambia la vida, provoca que tengamos que
respirar un par de días antes de entender que fue lo que paso.
¡Agradecemos enormemente al equipo del Teatro de la Ciudad
Esperanza Iris, al equipo del Sistema de Teatros, al equipo de producción de Armando Rosas, en especial a Claudia López, al propio Armando, maestro de los detalles, a Claudio García, y a todo aquel que
participo para este enorme concierto!
PD. ¡Falto Catana en el escenario!
PDD. Maestro Rosas ¿Ha pensado en formar un trió de blues con
Emiliano y Jorge?
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