Fotos: Cortesía de un montón de gente, muchas
gracias.
Nuestro país, ha vivido desde hace muchos años, un fenómeno
peculiar, o quizá no lo es tanto, los grandes festivales musicales y artísticos
se han ido diluyendo al grado que solo nos quedan los recuerdos de aquellos
festivales gigantescos, si bien nos va, a los más jóvenes ni siquiera el
recuerdo, simplemente la crónica de aquellos que logramos vivir alguno de
ellos, poco a poco vimos como el Festival Internacional Cervantino, perdió la
conciencia colectiva y popular, para volverse en una colección de privilegios
para los que más tienen, no me malentiendan, afortunados somos en que se
considere a México como un lugar donde se hacen festivales internacionales,
pero estos, están muy
alejados de llegar a las personas en situación de pobreza
(léase la mayoría que vivimos en este país). Vimos la desfachatez del Festival
Iberoamericano de Cultura Musical, convertirse en todo menos en lo que predica
su nombre, también el aumento de costos (no de calidad) del Festival de la
Ciudad de México, que no atrajo mas turismo, y perdió a su público nativo por
los excesivos costos, además de esto, las Secretarías, Institutos y encargados
de generar la participación activa del Estado en el fomento artístico son
compadrazgos políticos que dejan desprotegido a la población quien necesita
conocer a sus artistas, porque una cosa es cierta, no solamente pagamos
millones en Secretarías, Institutos y encargados, también es obligación del
Estado darnos accesos correctos para el arte, apreciarlo, motivarlo y generarlo
(para todos aquellos que reniegan y
dicen que de todo le echamos la culpa al mal gobierno, lean la Constitución allí
están las obligaciones del mismo).
Es
por eso que el anuncio (al vapor) del Festival Cantares, nos cayó por sorpresa.
La magnitud de dicho festival, lograba lo que
peleamos -todos aquellos que estamos
involucrados de una u otra manera en las
expresiones artísticas, en la música en este caso- por años, un festival que
mezclara un elenco artístico de primer nivel con uno local de la misma
magnitud, todo ello con una inversión digna de un festival de primera calidad, como
lo merecemos los mexicanos y como además lo hemos pagado, es necesario decirlo,
porque no es un regalo del Estado, es una obligación del mismo.
El Festival Cantares utilizo 4 sedes maravillosas e icónicas
de la Ciudad, para llevar la música a casi todos los rincones. Las sedes fueron: Las islas en CU, el teatro Ángela
Peralta, el Museo de la Ciudad, y el Jardín Hidalgo. Todas ellas de fácil acceso
y con la libertad de albergar a una fuerte cantidad de personas, las cuales respondieron
de manera correcta.
Tuve la fortuna de ir a tres de las 4 sedes para ver
el arsenal que se uso para esta tremenda comunión musical. Oscar Chávez,
las Parra, Inti Illimani, Caetano Veloso, Lety Servin, Nina Galindo,
Carlos Arellano, Rafael Catana, Gerardo Pablo, David Aguilar, Edgar Oceransky,
Liuba María Hevia, Rafael Mendoza, David Haro, Silvana Estrada, Manuel García,
entre otros abarrotaron las sedes más emblemáticas.
A
la par de estas sedes, y en un gran acierto, el festival se extendió por las vías
del tren… bueno del metro, sin duda un lugar que permite
conocer y acercar a estas
propuestas con el público, logrando lo que el Estado
tiene como obligación, llamando Estación
Cantares esta parte del festival reunió a más de 50 músicos en diferentes
estaciones del metro, el único problema es que eran a la misma hora y bueno
sería imposible ir a todos, yo me quede con ganas de ver muchas propuestas, a
manera de reflexión, me parece que los equipos de audio utilizados en las
estaciones no tenían la suficiente capacidad ni la calidad para la gente que se
reunió allí, además de que el estudio sonoro de las mismas fue ineficiente, al
menos sucedió en 3 de las estaciones que visite, será algo que este festival tendrá
que mejorar y considerar para las futuras ediciones de este festival, y lo digo
con una fuerte conciencia de que no debemos permitir que estos festivales
decaigan, y pase lo que mencionaba al principio de este escrito.
¡Larga vida al Festival Cantares! ¡Larga vida a
todos los participantes! ¡Vamos por más festivales! ¡Larga vida a todos el público
que se comporto de la mejor manera!
MUCHAS
GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE ME MANDARON SUS FOTOS PARA LOGRAR UNA VISION
MAS AMPLIA DE ESTE FESTIVAL.
PD. Quiero agradecer al maestro Armando Rosas, y a la
maestra Marú Enriquez por que sin ellos esto no se hubiera logrado.
PDD. Las fotos fueron tomadas por diversos
espectadores, si ustedes quieren
participar no duden en mandarme un correo para anexar sus fotos.
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