**Desconozco al autor, ya que esto esta en el muro de Rodolfo Cruz Villanueva, armoniquista de North Side Train.
LO QUE NADIE LES CUENTA SOBRE LA LUCHA ENTRE MÚSICOS CALLEJEROS Y LA MAFIA DE DF (CON SUS ALIADOS: GRAN PARTE DE LAS BOTARGAS Y LOS AMBULANTES)
El asunto está así; como muchos saben, en el Centro hay una mafia que nos quiere cobrar a los músicos por tocar en la calle, por alquilarnos la vereda (por supuesto sin ningún papel ni nada que justifique lo que hacen). La mayoría de los músicos les pagan. Nosotros nos negamos. No se trata de dinero (ya que nos piden poco, $60), se trata de lo que resulta justo y lo que no, aunque fueran $3, me negaría a pagarlos, lo que me molesta el hecho.
Además algunos ya tenemos nuestro permiso para tocar y otros lo estamos tramitando (en palabras de la mafia: “tienen que pagar igual, con o sin permiso los vamos a seguir chingando”).
El sábado llegaron dos de estos individuos a cobrar (con su clásica estética ñera, entre reggaetonera y amanerada, con sus moicas y sus playeritas rosas ajustadas). Una vez más nos negamos. Se empezaron a poner violentos y pidieron “refuerzos” por radio. Dichos refuerzos eran otros mafiosos y también muchos de los vendedores ambulantes y muchas de las botargas. NO TODOS, pero muchos de ellos están aliados con esta mafia, y si hay “problemas” tienen que estar dispuestos a pegarles a quienes les pidan (de la misma manera, si quienes pagan tienen problemas, en teoría pueden solicitar refuerzos para que la mafia y otras botargas y vendedores vayan a pegarle a quien sea; se supone que ese es el “beneficio” que a uno le proporcionan por pagarles. Uno paga para que no le peguen a uno y así se obtiene el “derecho” de que lo ayuden a uno a pegarle a quien no coopera).
Entonces se acercaron montón de tipos con la determinación de golpearnos. Pero lo más gracioso, trágico y surrealista, lo más digno de una película codirigida por Kusturica, Tarantino y Fellini fue que las botargas llegaron también a la guerra junto con la mafia: Mario, El Capitán América, Sonic, Thor, Homero, hasta un osito!, todos con o sin máscaras llegando a pelear.
Entre mafia, botargas y vendedores eran como 20. Le aseguré a un gordo que quería cobrar que no le íbamos a pagar nada y me quiso pegar. Le dije que no se hiciera el machito, que así no se solucionaban las cosas. Gran error, el gordo quería pelear, dijo que “me iba a desaparecer a vergasos”. Le di toda la razón, dije que no sería justo, que soy un flaco de mierda que nunca le pegó a nadie en su vida y él un gordito bien macizo, seguro me ganaba. Además tenía a 20 tipos violentos y probablemente armados con él (contando a Thor y Mario y todos esos), nosotros somos cinco músicos. Yo tenía el bajo en la mano y reconozco que me vi tentado a hacer la gran Sid Vicious y partirle el bajo en la cabeza (además mi bajo es el mismo Fender que usaba Sid; la imagen hubiera sido fantástica). Pero no, la violencia no funciona, habernos puesto violentos hubiera sido alimentar la metodología de la mafia.
En ese momento llegaron varios policías. Si bien critico a menudo a la policía, hay que reconocer que en esta ocasión nos salvaron la vida. De todos modos no niego que parte de la policía es corrupta y está aliada con esta mafia. Por suerte estos no eran de esos (aparentemente).
Hubo empujones y demás, y al final se fueron.
Pero estamos amenazados. La mafia nos aseguró que si Burocracia Cósmica vuelve a tocar en el centro, nos van a dar en nuestra madre y robarnos nuestros instrumentos.
¿Qué hacemos entonces? Ese día levantamos una denuncia por extorsión en su contra por si nos pasa algo. No creo que sirva de mucho.
Hay otra mafia, “la mafia buena” que nos protegería, y pagándoles a ellos estaríamos, teóricamente menos inseguros tocando al lado de los azulejos. Pero yo sinceramente no sé qué hacer. DF está como está porque siempre se ha terminado cediendo ante una mafia u otra, todas las cosas que criticamos de DF (¿y del mundo?) tienen que ver con esto, con la solución rápida y fácil, con el conformismo; desde asuntos pequeños como la represión hacia los músicos callejeros hasta la elección fraudulenta del presidente de México.
El domingo pasado (un día después de lo sucedido) nos fuimos a tocar Tepoztlán, un paraíso, estuvo increíble. Pero tampoco se trata de huir; ni de huir ni de ponernos violentos ¿Entonces qué? ¿Cedemos ante “la mafia buena” porque es un medio que justifica un fin más grande que es tocar para musicalizar las veredas defeñas o hacemos otra cosa al respecto? En dicho caso, ¿qué hacemos? ¿Ustedes qué opinan? Yo insisto en que se regularice el asunto de la música en la calle, armar un plan para que se organice todo legalmente, hasta que hagan audiciones como en otras ciudades. Pero tampoco es fácil, la mafia es grande y los reggaetoneros san juditeros, las botargas y los vendedores son sólo soldaditos, hay gente más poderosa apoyando todo.
OPINEN, me interesa.
Pueden cortar todas las flores pero no pueden evitar que llegue la primavera.
Estamos agradecidísimos con el público que se quedó todo el tiempo apoyando (vendría muy bien que nos mandaran sus videos).
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